EXPLOSION DE TESTOSTERONA EN LOS TIRITOS

Nadie se atrevía ni a pensarlo pero algún día tenia que pasar. Como mandan los cánones de la literatura rosa al final las damas abandonaron el barco convirtiendo el ultimo encuentro en una lucha sin tregua en la arena baloncestística. El trabajo eliminó al duo Paula-Lidia y los esfuerzos de La gran jefa por no faltar a su cita semanal a pesar de encontrarse en la hostil ciudad de Madrid fueron frustrados por el fuego. Ni las vías de tren ardiendo parecía que podían interponerse en el camino hacia la gloria de Maria pero por fin hemos descubierto que algunas cosas escapan a su control. En ausencia de las mujeres uno de los gladiadores destaco por encima de los demás. Edu, el toro de Vitoria. Cogiendo el relevo de Julio que la semana anterior dio todo un recital de juego Edu afinó su armamento y se mostró concentrado, efectivo e incluso radiante de creatividad para anotar desde todas las posiciones, crear juego donde no lo existía y practicar baloncesto en estado puro. Pero nuestro vasco ilustre no estuvo solo y Julio le escoltó en el interior de la zona manteniendo en todo momento un nivel alto siempre constante. Como un buen diesel. Desde fuera de la zona también recibió un apoyo inestimable de un mas que inspirado Oliver. Gritón James estuvo muy fino desde la linea de 6,25 anotando tres de sus cuatro intentos desde la larga distancia. Un conjunto demasiado poderoso para poder ser contrarestado al otro lado de la cancha a pesar de los esfuerzos realizados por un heroico Marc Pontón quien desde el cuello de la botella se movió con soltura para perforar repetidamente la canasta rival. No fue suficiente. El principio de la semana mas ajetreada de los tiritos había empezado con inmejorable pie. En dos días la cena final de temporada en el chino karaoke para acabar dorándose al sol de la playa de Mataró a ritmo de voley playa. Pero esto son otros temas que merecen capítulos a parte. Mientras tanto el coche de Triplex continúa sin dar señales de vida. Esperaremos.