dilluns, 17 d’octubre del 2011

LOS PUTOS AMOS DE LA PISTA

Todo fue como un sueño. Rápido e inesperado. Pero el día de la hispanidad no podía ofrecer mejor final que el de barrer de la cancha a una pandilla de hispanos. Eso si, unos hispanos de Sants, como ellos mismos se encargaron de puntualizar al final de partido. El calendario y el consejo del guardián de las llaves de los vestuarios se confabularon para dar lugar a una cita inesperada. Miércoles festivo, y la cancha, habitualmente de pago, se abría generosa a los brazos de todo deportista con ganas de jugar. Una representación de los TIRITOS no podía dejar escapar tal oportunidad. Balón en mano y capitaneados por la organización, se juntaron La Herma, Artur, Julio, Pontón y el Herme para hacerse unas canastillas. Héctor, el guardián, se juntó al grupo para completar un tres contra tres de pachanga al que inesperadamente se añadió una adorable, pero bastante terca, chiquilla de la calle, Ona. Unos primeros compases de juego al ralentí para mantenerse al nivel infantil hicieron que la capitana haciendo gala de una mezcolanza de los sabios consejos de supernani y el encantador de perros consiguiera apartar a las criaturas de la cancha. Era por su propio bien, pues la sinfonía de baloncesto empezaba a escalar decibelios. Al otro lado del campo mientas tanto se instalaron una reducida pandilla de hispanos veinte-añeros con su balón y sus maneras pretenciosas. Se mantuvo una fría calma hasta que ellos osaron desafiar a toda la cancha a los TIRITOS. Grave error. Tras unos segundos de incertidumbre consecuencia de la mayor juventud y la creencia de que eran muy buenos, empezó el partido. La primeras acciones hicieron entrever que la lucha cuerpo a cuerpo podría ser importante. En ese momento Julio aguantó todo y mas de cuanto le echaron por encima debajo del aro. Pero la maquinaria TIRITA estaba perfectamente engrasada y la ayuda de Héctor no hizo más que poner la guinda al pastel de baño de juego. Los TIRITOS dominaron el tempo del juego en todo momento, y a medida que calentaron motores las jugadas fluyeron una tras otra como un perfecto engranaje suizo. La paliza llegó a todos los ámbitos del juego. Técnica, creatividad, fantasía e incluso fondo físico. Tras 40 minutos de vapuleo continuo todo se selló cosiéndoles a contraataques y ellos cabizbajos pidiendo un cambio de rumbo hacia un partido de fútbol que nunca tuvo lugar. Los TIRITOS han aprendido como se gana, siguiente víctima… Los AURÓ?.
Cuando despertaron, habían barrido a sus rivales de la pista.

2 comentaris:

  1. Pena que no haya fotos y que el rey estuviera en el desfile de las fuerzas armadas...

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  2. Los AURO estem esperant.....

    felicitats també a vosaltres pel blog

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