Partido #3: EL FICHAJE REVELACIÓN

Parecía que todo estaba en nuestra contra: el Barça jugaba a las 20:45h contra el Copenhagen, algunos jugadores lesionados (Pablo con capsulitis, Teresa con una gripe intestinal, etc.), el abogado de juicios por Valencia y las mamis con problemas de armario y canguro. Pero no. Al contrario. Al llegar a la pista la mayoría del equipo estaba allí (y algunos se habían traído invitados). Sergi abandonó su idea de ir al bar para ver el partido y se enfundó los pantalones cortos y las bambas. Candela saltó a la cancha con zapatos y bermudas de cuadros y Marta jugó en tejanos. Espectacular.
Capítulo a parte es nuestro nuevo fichaje, Anna. Había intentado venir desde el partido #1 pero diferente motivos se lo habían impedido. Este martes era el día y venía preparada para darlo todo. Camiseta de tirantes, pantalones cortes y el pelo recogido en una cola. Al principio se mostró tímida y un poco desubicada pero en el momento en el cogió el balón su timidez se convirtió en una máquina de encestar. Casi sin quererlo, como el que no quiere la cosa cogió un balón, apuntó a la canasta y chop, basket. Limpio, sin tocar la red. Las primeras miradas entre nosotros, algunas risas nerviosas y un UUAUUU al unísono. Ella hace como si nada, mira al suelo y espera a que le llegue su turno otra vez.
Una vez ya estamos todos listos nos organizamos. Como somos 10 nos dividimos en dos equipos y nos animamos a jugar el primer partido a campo entero. Miedo. Somos los "azulitos" contra los de "negro". Marc y "el tríplex" se sitúan para el salto inicial. Lanzo la pelota al aire y empezamos a jugar.
Los ánimos están muy altos. Las primeras carreras se suceden con alegría. Algunas canastas espectáculo y de golpe sudor. Caras granates y suspiros. Anna sigue con su exhibición de triples. Luis se cuestiona si su recien estrenado apodo va a durarle demasiado.
Últimas carreras y decidimos parar un rato. Han llegado algunas rookies así que será dividir el campo y seguir jugando en una canasta.
A las 21:30h el tipo que se encarga del mantenimiento pita el final. Casi que nos hace un favor a todos porque aunque nos lo estamos pasando bomba, los pulmones se nos van a salir por la boca.
Pasamos cuentas, los chicos se dan una ducha en agua quemando y nos vamos a ver el final del partido en el bar gallego de la esquina.
El hit de la noche, definitivamente, las estadísticas de Anna y la bandeja de bravas que nos metimos entre pecho y espalda.
Otra semana más, éxito.