Todo estaba listo: camisetas negras, equipos preparados, agua y marcador. Los ánimos estaban altos, la asistencia de lujo (casi todos estuvimos allí).
Todos teníamos clara las alineaciones.
Y el partido empezó cuando todavía brillaba el sol. Los jugadores, motivados de manera especial, lo daban todo en la cancha.
Cuando la luna empezó a salir, y el segundo equipo salía a la cancha Pau "el abogado" sufrió un golpe que le imposibilitó seguir en el partido. Un ojo morado y las gafas rotas, retenían a nuestro pívot más alto en el banquillo.
Pero como suele decirse, el show debe continuar. Aún con el susto en el cuerpo, Los Tiritos siguieron luchando por una victoria que minuto a minuto se les escapaba de las manos.
Lídia, sorprendía a todos, con una canasta de gancho con la izquiera que dejó boquiabiertos a todos los que allí nos reuníamos. 
Los minutos minutos pasaban y la diferencia en el marcador era cada vez más evidente. Esta vez, los Auró eran superiores... pero no sabemos hasta cuando será así.
Al final, y como muestra de deportividad, ambos equipos se unieron en un abrazo y se hicieron la ritual foto de equipo.
Adiós, Auró... hasta la próxima. Esto no termina aquí.
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