dilluns, 31 de gener del 2011

CON MUCHO FRÍO....



Aunque las condiciones meteorológicas no animaban a la práctica del baloncesto (es lo que tiene no disponer de una cancha propia...) los Tiritos no se amedrentaron y se presentaron a la hora de siempre con sus pantaloncicos cortos y sus camisetillas blancas o negras.
El shock de sacarse el gorro, los guantes y el plumón fue duro, hay que reconocerlo. Se oyeron muchos "Joder qué frío", "Qué impresión", "Tengo las manos heladas"... pero todo se superó mediante unos saltitos a modo de calentamiento y mucho frotamiento de manos.
Tras unos minutos esperando a que los más rezagados salieran del vestuario echando unos Tiritos, se organizaron los equipos.
"Ostras, !somos nueve!". "Pues nada un equipo de 4 y uno de 5 y ya iremos cambiando".
Creo que por primera vez, en la mente de todos pululaba el desea de estar cansado, sudoroso y "caliente". Las primeras carreras fueron duras... casi no se podía ni respirar. Las fosas nasales se congelaban con cada inspiración. Los dedos de las manos temían el momento de coger la pelota pues se habían convertido en finísimos palos de hielo que podían romperse en cualquier momento.
A los diez minutos llegó Pau. ¡Perfecto! Ya tenemos los dos equipos.
La cosa se ponía seria. Nuestro pivote más NBA hacía su aparición y la tensión se mascaba debajo los aros. La lucha por los rebotes se complicaba de golpe.
Y en ese momento empezó el juego de verdad.
Anna empezó a fusilarnos a triples haciendo una pareja perfecta con LaPerla. El Tríplex recuperó más balones que nunca y pareció que empezaba a tejer una red de conexión perfecta con servidora, la redactora de esta crónica.
Sergi nos deleitó con sus carreras maratonianas, sus robos de balón y un par de canastas con su sello habitual (tiro/pase a medio lado, que la verdad, resulta curioso de ver).
El que no tuvo el día fue Químico Pérez. Estuvo fallón, patoso y erró canastas cantadas... Eso sí, como en cada partido nos deleitó con un par de jugadas marca de la casa: pases por detrás de la espalda, luchas por el balón desde el suelo y un par de canastas en suspensión que compensaron su pésima actuación. A su favor hay que decir, que un par de fines de semanas antes se había iniciado y no de la mejor manera en el mundo del Snow y parece que pudo jugar con una fisura en las costillas.
Como es costumbre, después del partido los hombres se ducharon mientras las féminas practicábamos unos Tiritos más. Cuando todos estuvieron listos, nos fuimos al Siroco a por nuestra ración de Bravas y Birra.
Otra vez más, una noche de éxito y espectáculo.

1 comentari:

  1. pesima es una palabra tan dura....

    (aquel de cuyo nombre no quiero acordarme)

    ResponElimina